El sábado 24 de septiembre el grupo de senderistas de Lerín organizaron una marcha para subir desde Iturgoyen hasta la Trinidad (1.270 m). A las ocho de la mañana salió el autobús camino de Iturgoyen, con parada en Estella para recoger a tres amigos que participan de vez en cuando en las actividades de organizadas por el grupo de senderistas de Lerín. Los hermanos Yerro ochoa esperaban en Iturgoyen con todo preparado para iniciar la subida al monte. Alrededor de 25 personas iniciaron la marcha desde el pueblo observando cómo la vegetación iba cambiando poco a poco, primero con encinas después aparecieron los robles, seguidamente las hayas y por último desaparecieron los árboles y los arbustos como el boj, llegando a un raso donde se encontraba la ermita de la Trinidad con una altitud de 1.270 m.
En la foto se aprecia a varios participantes en la marcha proponiendo alguna sugerencia para depositarla en el buzón metálico .
El cocinero de la marcha, Alberto Yerro Ochoa pone a la brasa la txistorra y la panceta, preparando el almuerzo para los senderistas que suben andando desde Iturgoyen con mucho apetito.
Los caminantes saborean los bocatas dentro del porche de la ermita de la Trinidad de Iturgoyen reponiendo fuerzas para continuar la marcha de bajada a Iturgoyen.
La bajada se hizo por otro camino distinto al de la subida para visitar un roble milenario, donde se hicieron las fotos del grupo como de costumbre en todas las salidas. El resto del camino hasta el pueblo fue un paseo muy agradable disfrutando del paisaje.
Las dos horas de subida abren el apetito y tuvieron como recompensa un almuerzo a base de chistorra y panceta a la brasa, acompañado con vino tinto de las Bodegas Alconde de Lerín.Los senderistas dieron buena cuenta del almuerzo para reponer las fuerzas perdidas durante la ascensión. El único contratiempo ocurrido fue que debido a la niebla no se pudo disfrutar de la panorámica que se observa desde la Trinidad.
Los caminantes saborean los bocatas dentro del porche de la ermita de la Trinidad de Iturgoyen reponiendo fuerzas para continuar la marcha de bajada a Iturgoyen.
La bajada se hizo por otro camino distinto al de la subida para visitar un roble milenario, donde se hicieron las fotos del grupo como de costumbre en todas las salidas. El resto del camino hasta el pueblo fue un paseo muy agradable disfrutando del paisaje.
En la foto se obseva la base del roble milenario que los senderistas se encontraron en el camino de bajada .
La marcha terminó con una deliciosa comida en una sociedad de Iturgoyen a base de una buena ensalada, cordero y gorrín asados al horno y como colofón en el postre una sabrosa gosua. Todo ello organizado por AlbertoYerro Ocha, ayudado por su hermano.
Agradecimiento a los Hermanos Yerro Ocha por la organización y el trabajo de preparación del almuerzo, la comida y del buen asado cocinado.
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