A las 5 y media de la tarde se celebró la tradicional bendición de roscos y otros alimentos en la Iglesia Parroquial de Lerín. Al acto asistieron muchos niños y niñas acompañados de sus padres o sus abuelos con el típico rosco colgado del cuello. Es una tradición muy antigua que se renueva cada año en esta fecha. Este año el frío polar fue la nota destacada de la tarde con temperaturas por debajo de los 0 grados, que después de la bendición obligó a los asistentes al acto a reunirse en los bares o marchar rápidamente a casa para evitar el frío en el cuerpo.
Destacar que la noche del 2 al 3 de febrero hizo mucho frío acompañado de una ligerísima nevada, dejando en algunas zonas una capa pequeña de nieve, sobre todo en la zona del Monte por encima de los 450 metros de altitud. Es una pena que nevara tan poco, hubiera sido bueno para el campo de Lerín si hubieran caído 15 cm de nieve para aliviar la escasa humedad de los cultivos de secano.
En el merendero se puede observar algo de nieve acumulada debido a la ligerísima nevada caída la madrugada del 3 de febrero.
En estas fechas se suele recordar un famoso refrán referente a San Blas.
Por san Blas la cigüeña verás, y si no la vieres: año de nieves.
Últimamente las cigüeñas no emigran al terminar el verano, se quedan a vivir todo el año en Lerín, incluso aunque nieve o haga temperaturas por debajo de los cero grados.
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