Hacía muchos años que no llovía tanto en el mes de octubre. Ha sido un regalo para el campo y la naturaleza.
En la foto se observa el ambiente lluvioso con el ayuntamiento de fondo.
Dice la gente mayor que después de una
gran sequía viene una gran remojada. Esto ha ocurrido este año, después de un
invierno y una primavera con tiempo muy seco, que influyó negativamente en los
cultivos de secano con una producción muy inferior a la media, ha llegado un
otoño lluvioso, sobre todo en el mes de octubre donde se han recogido unos
registros de lluvia de 120 litros por metro cuadrado y en algún término han
superado esta cifra. Además la lluvia ha caído suavemente y ha ido penetrando
poco a poco hasta dejar la tierra totalmente húmeda.
En la foto se observa las plantas con flores del mercadillo de los porches que alegran el ambiente, como la lluvia caída.
Estos datos han tranquilizado a los
agricultores, van a iniciar la siembra del cereal con más esperanza, la
producción de oliva va aumentar porque el fruto ha engordado con la lluvia
caída, beneficia a la viña y al espárrago porque vamos a entrar en el invierno
con humedad en el campo y esto supone la base de las futuras cosechas de los
cultivos del año que viene. Los pinares y las plantas silvestres se van a beneficiar de la humedad de la tierra y esperemos que sea un año bueno para las setas.