El almendro florido nos anuncia la llegada de la primavera. El paisaje
se encuentra cercano al pueblo, al comienzo del Monte. También se aprecia a la
derecha un campo de trigo antes de caer la última lluvia.
En la madrugada del 20 de marzo
llegó la primavera con un tiempo más cálido, después de un invierno muy seco y
frío, que dejó los cultivos de secano al borde del colapso sobre todo los
cereales. El día 21 de marzo, primer día completo de primavera llegó la lluvia,
era esperada como el maná, aunque fuera un episodio aislado que no tienía pinta
de prolongarse en los días próximos. En Lerín llovió con fuerza durante la
noche, volvió a arreciar a media mañana, por la tarde siguió un leve pero
constante calabobos y, al llegar la noche, el cielo nublado volvió a
guardarse el agua. Las precipitaciones acumuladas oscilan según la zona, 15
litros por metro cuadrado se registraron en el pueblo, sin embargo en la zona
de Esquiroz cayeron alrededor de 20 litros por m2.
En la calle Amado Alonso se puede apreciar los efectos de la última
lluvia caída sobre Lerín.
No es la solución para salvar la cosecha del
presente año pero alivia de momento la situación alarmante en la que se
encontraban los cultivos de secano. Debe llover más para que la cosecha no se
pierda del todo, pese a todo, los campos de cebada están en una situación grave
a punto de una pérdida total. Sin embargo el trigo ha aguantado más la escasez
de agua y si llueve en los próximos días puede salvarse todavía la producción.
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