martes, 24 de abril de 2012

Un reto deportivo para tres diabéticos de Lerín

Tres corredores de nuestro pueblo Felix Irigoyen Martínez, Manuel Larralde Pellejeros y Carmen Oyaga López, diagnosticados de diabetes, participarán en la maratón de Nueva York.
 Desde la izquierda, Carlos Pellejeros Martínez (acompañante), Toño Morentin Gutiérrez (Lodosa), Manu Larralde Pellejeros, Félix Irigoyen Martínez, Carmen Oyaga López y José Miguel Irigoyen Martínez (acompañante).
 
Tres corredores de nuestro pueblo Felix Irigoyen Martínez, Manuel Larralde Pellejeros y Carmen Oyaga López, diagnosticados de diabetes, participarán en la maratón de Nueva York de este año como punto final a un estudio con ocho navarros más que tiene como objetivo mejorar el conocimiento de esta enfermedad. Es un proyecto que combina el sueño de cualquier aficionado a correr y el reto de demostrar que la diabetes no supone ningún hándicap para completar los míticos 42,195 kilómetros junto a miles de personas en Nueva York
Juantxo Remón Virto, presidente de Anadi, explica que lo que la iniciativa persigue es concienciar a cualquier diabético de que su enfermedad no tiene por qué hacerle pensar que debe renunciar a ser atleta. "Al revés, está comprobado que los tres pilares básicos para cualquiera de nosotros son el control de la insulina, la dieta y el deporte".
Felix Irigoyen Martínez explica que hace unos años les hubieran tratado cuanto menos de imprudentes. ¡Cómo vas acorrer tú una maratón si eres diabético! ¡Estás loco! Eso es lo que nos hubieran dicho. Quiere dejar claro que personas como él también pueden ponerse como reto desarrollar un esfuerzo semejante: someter al cuerpo a una carrera de 42.195 km. Con este propósito, él y otros dos vecinos de Lerín Manuel Larralde Pellejeros y Carmen Oyaga López, junto con el lodosano Toño Morentin Gutiérrez y otros siete navarros más que también participan en el proyecto, correrán el 4 de noviembre del presente año la Maratón de Nueva york.
La Maratón de Nueva York”, para un corredor popular como nosotros, es el boom del atletismo. ¡Corren 60.000 personas! Y nos puede más la ilusión que el miedo”, aseguró Irigoyen. No podrán despojarse de la riñonera que siempre les acompaña, donde llevan consigo ampollas de glucosa, barritas energéticas y el glucómetro- y cada cinco kilómetros, en los puestos de bebida isotónica, los médicos de la carrera estarán al tanto de sus sensaciones. “Así nos sentimos más seguros”, dijo. Con ellos también viajará como personal de apoyo José Miguel Irigoyen Martínez y Carlos Pellejeros Martínez, ambos de Lerín. Llegar a la meta sería todo un logro para ellos como final de una aventura que les entusiasma.

 Maratón neyorquino a su paso por el Puente Verrazano Narrows.
 
La diabetes, una enfermedad crónica, va a ser una verdadera epidemia. Cada año se dispara el número de personas a quienes se les diagnostica y se debe a la alimentación y a la vida sedentaria. Este estudio va a demostrar que la práctica deportiva es 100% beneficiosa”, indicó.
Ellos se han ofrecido como“conejillos de indias” para avanzar en el estudio de diferentes parámetros que aporten información válida para el mejor conocimiento de la enfermedad. Y todo centrado en la práctica del ejercicio porque la iniciativa, dirigida por el Centro de Estudio e Investigación y Medicina del Deporte en Navarra en colaboración con diferentes laboratorios, persigue concretamente el estudio de los cambios que tienen lugar en los niveles de azúcar en sangre durante un esfuerzo físico para que sus conclusiones sirvan de pauta a atletas con diabetes. “Ahora existen investigaciones de hace 40 años a nivel mundial y son datos ya obsoletos”, confirmó Félix.
5 meses de preparación
Se busca mejorar la calidad de vida y hacerles ver también a ellos mismos que esta enfermedad no les impide desarrollar una vida normal a pesar de que al principio se les caiga a todos el mundo encima. Quieren reivindicar que el deporte en las personas con diabetes, realizado siempre con control, evita las complicaciones asociadas a la enfermedad. “En una maratón pones el cuerpo al límite y en una persona con diabetes el riesgo es mayor. Se puede producir la hipoglucemia, que es la conocida bajada de azúcar, y ella te lleva a la pérdida de conocimiento si tu cuerpo no asimila entonces hidratos o glucosa”, comentó Félix Irigoyen. Sus pilares son alimentación, insulina y ejercicio físico y el Servicio de Endocrinología se los medirá a él y al resto del grupo perfectamente para que aborden la prueba de Estados Unidos. La preparación, de cinco meses, ya ha empezado. Hace un mes y medio les colocaron a los once un sensor subcutáneo de glucosa en la tripa. “Nos hacía 255 mediciones diarias. Cada cinco minutos se actualizaba y todo quedó registrado en un aparato. Lo tuvimos durante seis días contó Irigoyen. En mayo se lo volverán a poner. “También estamos controlados por nutricionistas”, añadió.

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